
Actividad Innovadora - Los sonidos de los alimentos
Hemos querido realizar una actividad en la que se muestre una interrelación entre la música y los alimentos.
Para ello, hemos elaborado un vídeo interactivo en el que se representa el cuento: "Los sonidos de los alimentos".
Cuento:
Los sonidos de los alimentos
Erase una vez una familia un tanto peculiar. El papá tenía un tripón tan grande que no llegaba a verse los pies. Y la mamá no era mucho más delgada. Solo la pequeña Lili era diferente a sus padres ya que era una niña mucho más esbelta y ágil. Desde siempre Lili había sido muy rara para comer, no probaba las suculentas y grandes comidas que hacía su madre. Sus padres se preocupaban porque no sabían a quién se parecía.
Pasados unos días, sus padres decidieron llevar a un doctor. Este doctor era diferente a los demás doctores a los que habían acudido, este era delgado y los anteriores eran corpulentos como los padres de Lili.
El doctor sintió curiosidad por Lili, entonces la llevó a una sala donde había una extraña maquina. El doctor le puso un casco que estaba conectado a la máquina.
Primero probó un plato de pescado, este sabor provocó en Lili una relajación tan intensa que en la sala se empezó a escuchar un sonido relajante como el del mar.
El doctor cambió el plato y puso fruta, los sonidos seguían siendo relajantes, pues eran sonidos de la naturaleza tales como los de la lluvia, el canto de los pájaros, el viento...
Para terminar, el doctor puso una hamburguesa con la cual a los papás se les caía la baba, al contrario que Lili que se empezó a sentir incómoda y eso llevó a que se empezasen a escuchar ruidos desagradables como máquinas y acero. Era tan molesto que los papás pidieron al doctor que volviera a poner el plato de fruta.
El doctor se dió cuenta de lo que pasaba y les dijo:
"Lili no tiene una enfermedad, tiene el Don de interpretar la música de los alimentos, la de dónde nacieron y dónde se crearon y por eso mismo, Lili come aquello cuya música es más bella. Es una chica sana".
Al escuchar esto, sus padres salieron dispuestos a prestar atención a lo que les hacia sentir la música de los alimentos. Empezaron a comer frutar, verduras y pescado y ahora son más sanos.
Y si te encuentras con ellos te harán su famosa pregunta:
" ¿A qué sonaba lo que has comido hoy?"